31 octubre 2025
por Madrid Nuevo Norte
 
El futuro de nuestras ciudades depende, en buena medida, de su capacidad para responder a los retos ambientales, económicos y sociales que afrontan. En este contexto, la participación de la ciudadanía en el diseño de los espacios urbanos se revela como una oportunidad para crear ciudades más resilientes, innovadoras y justas. Así lo ha puesto de manifiesto la jornada “Participación ciudadana en el urbanismo: una oportunidad para todos”, celebrada en La Casa Encendida y organizada por Crea Madrid Nuevo Norte y ULI España en el marco del Urban October de ONU-Habitat. Se trata del primer encuentro de este tipo desarrollado en Madrid, que ha reunido en nuestra ciudad las mejores prácticas del urbanismo internacional con el objetivo de compartir conocimiento e impulsar la inclusión de procesos participativos en futuros proyectos.

El evento ha nacido como un foro de reflexión e intercambio de experiencias sobre los resultados y la complejidad que implica la participación ciudadana en los proyectos urbanos, pero también sobre los beneficios que aporta tanto a la sociedad como a los proyectos y a las entidades que los impulsan. A lo largo de la jornada, expertos internacionales, representantes institucionales, empresas y organizaciones sociales han compartido visiones y dialogado en torno a proyectos transformadores que ya están marcando el camino hacia nuevas formas de diseñar la ciudad.

El encargado de dar la bienvenida a la jornada ha sido Álvaro Aresti, presidente de Crea Madrid Nuevo Norte, quien ha compartido la experiencia pionera de la compañía en la implantación de una estrategia de participación ciudadana para el proyecto Madrid Nuevo Norte, constante desde el origen del proyecto. “La idea de organizar este evento surge de nuestras ganas de poner en común la experiencia y el conocimiento que hemos acumulado durante los nueve años que llevamos impulsando el modelo de urbanismo participativo de Madrid Nuevo Norte”, ha explicado Aresti. “Hoy, con más de 600 actividades desarrolladas y 35.000 ciudadanos involucrados en los procesos participativos, podemos decir, sin ningún género de duda, que aquella decisión fue un gran acierto. Porque nadie puede aportar más al diseño de una ciudad que quienes realmente la utilizan a diario, desde sus diferentes realidades y necesidades”, ha expresado.
Aresti ha insistido en la importancia de “dejar atrás el modelo encorsetado y ya superado del urbanismo de siglo XX” y ha subrayado que “el futuro de las ciudades ya no puede construirse en despachos a puerta cerrada, sino de la mano de sus ciudadanos”.

La jornada ha continuado con la ponencia de Ricky Burdett, director de LSE Cities y del Urban Age Programme de la London School of Economics, quien ha ofrecido una visión global de los retos de las ciudades contemporáneas. Burdett ha señalado la importancia de “la conectividad entre áreas, el diseño basado en usos mixtos, la accesibilidad por transporte público, la correcta densificación de los barrios y la necesidad de involucrar a la ciudadanía en el proceso” para lograr “ciudades realmente integradas e integradoras”. A través de ejemplos internacionales, Burdett ha ilustrado cómo los proyectos urbanos más exitosos son aquellos que se integran con su entorno y responden a las necesidades reales de sus habitantes.
Burdett también ha dedicado unas palabras al proyecto madrileño: “Madrid Nuevo Norte existe como una extensión que aporta más ciudad, más de lo que ya es Madrid”, ha expresado, para, posteriormente, desglosar varios proyectos internacionales que, del mismo modo, buscan comprender el ADN de la ciudad y trabajar con él. Entre ellos ha destacado King’s Cross y la villa olímpica Queen Elizabeth Olympic Park, ambos en Londres.
Moderada por Almudena Cano Piñeiro, responsable de Desarrollo Urbano Sostenible de Metrovacesa, la primera mesa ha reunido a tres referentes en la gestión de grandes proyectos urbanos europeos.
Christina Geib, directora general de Hafencity (Hamburgo), ha compartido la experiencia de uno de los más exitosos proyectos de regeneración urbana de Europa. Geib ha detallado su experiencia en la regeneración de la zona portuaria de Hamburgo, un proceso que transformó antiguos terrenos industriales en un nuevo distrito urbano de usos mixtos, y ha explicado algunas de las iniciativas de participación, como talleres para la infancia, eventos culturales y deportivos, y la creación de casas comunitarias para fomentar el sentido de pertenencia. A ese respecto, mencionó también una iniciativa llevada a cabo en Hafencity por la cual quienes compran parcelas o se instalan en la zona se comprometen a financiar la activación del espacio público mediante un extenso programa social y cultural.
Por su parte, Rebecca Miller, responsable de diseño urbano en Old Oak and Park Royal (Londres), una de las mayores áreas de regeneración urbana de la ciudad, explicó cómo han integrado a diferentes actores y comunidades para garantizar la participación y el éxito del proyecto. Miller destacó también que su enfoque combina intervenciones inmediatas y proyectos piloto con planificación a largo plazo, buscando generar un legado duradero y, al mismo tiempo, aportar valor a corto plazo fomentando el sentimiento de pertenencia.
Karina Gutiérrez, responsable de Compromiso Social en Crea Madrid Nuevo Norte, ha detallado el enfoque pionero del proyecto madrileño, que desde hace nueve años involucra a miles de ciudadanos a través de más de 600 actividades participativas. Gutiérrez ha desgranado la metodología y medidas llevadas a cabo a lo largo de las distintas fases del proyecto y ha destacado la importancia de escuchar activamente a todos los colectivos. Partiendo en 2016 de un contexto muy desfavorable, con rechazo y desconfianza generalizados hacia lo que se quería hacer, el proceso de participación ciudadana de Madrid Nuevo Norte no solo ha incorporado las demandas ciudadanas, mejorando el proyecto, sino que ha fortalecido las redes comunitarias de los barrios. “La participación ha sido fundamental para llegar hasta donde estamos, basada en el consenso de todas las partes implicadas y en el respaldo social de la ciudadanía”, ha concluido.
La mesa ha puesto de relieve que la participación ciudadana, lejos de ser un obstáculo, es una herramienta fundamental para construir ciudades más cohesionadas, sostenibles y adaptadas a sus habitantes.
Moderada por Diego Isabel de la Moneda, director de la Fundación Foro NESI de Nueva Economía e Innovación Social, la segunda mesa redonda ha abordado el reto de diseñar ciudades que integren las distintas sensibilidades y necesidades de todos los colectivos:
Inés Sánchez de Madariaga, directora de la Cátedra UNESCO de la UPM e investigadora visitante en el Leventhal Center for Advanced Urbanism del MIT, ha defendido la necesidad de incorporar la perspectiva de género y la diversidad en la planificación urbana. “Un aspecto clave resaltado en los estudios de género tiene que ver con las tareas de cuidado”, ha señalado. A su juicio, se trata de poner en valor “todas aquellas actividades necesarias para la reproducción de la vida y de la sociedad, sin las cuales no hay economía”.
Por su parte, Thais Valero, directora de Soluciones Verdes en Fundación Juan XXIII, ha compartido experiencias sobre cómo adaptar los procesos participativos para personas con discapacidad. “En nuestra experiencia con Madrid Nuevo Norte, diseñamos una metodología que incorporaba la diversidad funcional, sensorial y cognitiva en la estructura misma del proceso participativo”, ha detallado. Para Valero, “para que la participación sea inclusiva es necesario que sea estructurada, situada y accesible. Esto no ocurre por defecto: hay que diseñarla y garantizar que suceda”.
Paola Bernal Fuentes, especialista en políticas locales de infancia en UNICEF España, ha puesto el foco en la infancia y la adolescencia, y ha defendido que “diseñar ciudades pensando en los niños es diseñar ciudades mejores para toda la ciudadanía”. La representante de UNICEF ha reflexionado sobre la importancia del entorno urbano para un adecuado desarrollo de la infancia. Según ha expresado, para ello los entornos urbanos “deben permitir que todos los niños tengan una primera oportunidad adecuada en la vida, incluyendo contacto con la naturaleza para favorecer la salud física y mental, espacios de juego y movilidad caminable”.
El debate ha girado en torno a la importancia de la participación activa de todos los colectivos en la definición de los espacios urbanos, como garantía de justicia social y equidad.
Moderada por Miguel Hernández, director de Estrategia en Crea Madrid Nuevo Norte, la última mesa de este encuentro ha profundizado en las oportunidades y retos que implica incorporar la participación ciudadana en los procesos de planeamiento urbano, tanto públicos como privados, y para ello ha reunido a representantes de la Administración y la empresa privada que han ofrecido ópticas complementarias de una misma realidad: ya no es posible crear ciudad de espaldas a la ciudadanía.
Myriam Peón, directora de “Sueña Madrid”, la oficina municipal a cargo de la revisión del Plan General de Madrid, ha destacado que las formas de plantear el diseño urbano han variado, que ha habido “un cambio de paradigma social, económico y también urbanístico”, y que el foco debe ponerse ahora en el ciudadano. “Si la ciudad es de las personas, el conocimiento necesario para mejorarla no lo tiene el experto, sino todos los ciudadanos”. De esa manera, en los procesos de creación urbana, “cuanto más variado sea ese conocimiento, más rico será y mayor será la probabilidad de acertar”, ha expresado.
Peón ha reconocido la labor pionera de Madrid Nuevo Norte en ese aspecto: “Sueña Madrid nace de escuchar a Madrid Nuevo Norte. Cuando comenzamos este proyecto inspirador de participación, fuimos a Madrid Nuevo Norte y les preguntamos cómo lo habían hecho”.
Miguel Díaz Batanero, director de Suelo de Metrovacesa y co-chair del ULI Urban Development Product Council, ha reflexionado sobre la importancia de establecer canales efectivos de diálogo entre promotores, administración y la sociedad. Para él, en los últimos años “ha habido una desconexión entre el urbanismo y la ciudadanía. En parte, porque la disciplina es compleja y tradicionalmente estaba centrada en arquitectos, urbanistas y administraciones. La ciudadanía veía el urbanismo como algo ajeno, aunque afecta directamente a sus vidas”, ha explicado.
“Creo que ha habido una reivindicación social creciente, combinada con mejores herramientas actuales. Hoy, estos procesos se implementan mucho más fácilmente que hace unos años”, ha reflexionado.
También mostró agradecimiento a Madrid Nuevo Norte por abrir el camino de la participación urbanística: “Cuando decidimos que debíamos implementar estas acciones de participación de manera más decidida, desde Madrid Nuevo Norte vinieron a explicarnos lo que hacían y cómo lo hacían”, ha relatado.
Nadia Boschi, directora de sostenibilidad en Italia y directora de ESG para Europa Continental en Lendlease, ha aportado la visión de una de las grandes desarrolladoras internacionales y, desde su dilatada experiencia en regeneración urbana, ha subrayado que “a lo largo de estos 20 años, lo que hemos visto es que en todo gran desarrollo la colaboración y la flexibilidad son claves para el éxito. Cuando decidimos crear nuevos lugares, realmente creamos comunidades, y eso implica colaboración con las administraciones, con los socios que aportan el capital y, por supuesto, con la ciudadanía”.

La representante de ONU-Habitat España, Ana Beatriz Jordao, ha intervenido en el marco del Día Mundial de las Ciudades, recordando que “las auténticas ciudades inteligentes no son las que más tecnología utilizan, sino las que se basan en la inteligencia colectiva, las que escuchan mejor a sus ciudadanos y les hacen partícipes y coautores de las transformaciones urbanas”. También ha resaltado que durante la jornada se ha evidenciado que las ciudades, como Madrid, “deben aprovechar la planificación a largo plazo para combinarla con la participación activa”.
El cierre ha estado a cargo de Jorge Pérez de Leza, presidente de ULI España, quien ha subrayado que “el futuro urbano no se improvisa, sino que se planifica, se gestiona y se comparte. El urbanismo del siglo XXI no va de crecer más, sino de crecer mejor”.
Este evento ha sido, ante todo, una oportunidad para inspirar, aprender y generar conexiones, y una invitación a pensar en cómo crear los mejores proyectos de ciudad gracias a la colaboración de quienes mejor la conocen: sus ciudadanos.