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Edificio Telefónica, el primer rascacielos de España

  • Madrid
  • El Edificio Telefónica fue el primer rascacielos en erigirse en todo el país y marcó un hito en el paisaje urbano de Madrid.
  • Su diseño combinó la técnica y la estructura de las construcciones en altura estadounidenses con detalles arquitectónicos de inspiración española.

 

Diseñado por Ignacio de Cárdenas y construido entre 1926 y 1929, el Edificio Telefónica cambió el horizonte de Madrid y desempeñó un papel crucial en la historia de las telecomunicaciones y la sociedad española. Desde allí, en 1928, antes incluso de que las obras se dieran por finalizadas, Alfonso XIII realizó la primera llamada telefónica transoceánica, en la que conversó con el presidente de los Estados Unidos, Calvin Coolidge. Ese mismo año, también se inauguró la conexión telefónica con Cuba: para poder llamar por teléfono a La Habana fueron necesarios entonces casi 10.500 kilómetros de cable y 39 repetidores que amplificaban la señal a lo largo del recorrido.

Con sus 89 metros de altura e inspirado en la arquitectura neoyorquina, el edificio  Telefónica es considerado el primer rascacielos construido en España. A pesar de la magnitud del edificio, su construcción fue muy rápida. La estructura metálica, recubierta de hormigón para hacerla más resistente al fuego, se realizó de marzo a octubre de 1927 y, en menos de tres años, este edificio se convirtió en símbolo del progreso y la modernidad que la compañía buscaba proyectar. Como destaca el historiador Pedro Navascués, levantar «este gigante de acero revestido de piedra en tan poco tiempo supuso un récord para la ciudad y convirtió la obra en un espectáculo en sí misma».

La compañía de telecomunicaciones, que en ese momento era filial de la estadounidense IT&T, quería transmitir modernidad y poner en valor esencia norteamericana, pero también mostrar cercanía a la cultura española, por lo que sus sedes a lo largo de la península fueron revestidas de estilos arquitectónicos regionales, reservándose para su edificio principal de Gran Vía el neochurrigueresco, una variante muy madrileña del barroco.

Testigo de la historia reciente

Desde sus primeros años, el Edificio Telefónica destacó como un referente arquitectónico y tecnológico. Como sede central de la Compañía Telefónica Nacional de España y centro de las comunicaciones del país, su ubicación representativa en plena Gran Vía era también estratégica, ya que facilitó la conexión entre la capital y el resto del territorio nacional, impulsando el desarrollo de las telecomunicaciones de un país en proceso de modernización.

Durante la Guerra Civil, el edificio adquirió un papel crucial como centro de operaciones para las transmisiones radiofónicas. Desde allí se gestionaron conexiones internacionales y crónicas de guerra enviadas por corresponsales extranjeros de renombre como Ernest Hemingway, John Dos Passos o Antoine de Saint-Exupéry. Sin embargo, su altura, uso y proximidad al frente también lo convirtieron en un blanco estratégico: sufrió bombardeos constantes. Sus sótanos, donde aún se conserva la galería de cables, funcionaron entonces como refugios antiaéreos y en la piedra de su fachada todavía son visibles cicatrices que recuerdan ese episodio.

Tras la guerra, el edificio continuó siendo un referente tecnológico, económico y cultural. En la década de 1930 albergaba a una plantilla de 1.800 personas, entre las que destacaban las operadoras telefónicas. Estas trabajadoras, pioneras en un mundo laboral mayoritariamente masculino, simbolizaron el progreso social y tecnológico de la época. Su presencia transformó la imagen de la compañía y, también colaboró a introducir avances en la mentalidad de la época. Una transformación social recogida, recientemente, en serie televisiva Las chicas del cable, que toma como telón de fondo este emblemático lugar.

Edificio Telefónica

Un edificio que ha sabido adaptarse a los tiempos

Cuando fue construido, el Edificio Telefónica representaba la modernidad, la innovación y el empuje económico de una empresa que estaba revolucionando las comunicaciones y, aunque su uso ya no es el mismo que entonces, muchos elementos siguen igual que cuando se construyó en los años 20. «Si nos paramos, vemos esa imagen de edificios americanos de las grandes empresas. Es la manera de demostrar que Telefónica es una gran empresa económicamente fiable. Necesita esa confianza, quiere que la gente contrate sus líneas, que invierta en ella», explica Reyes Esparcia Polo, responsable de Patrimonio Tecnológico y Archivo Histórico de Telefónica.

En la entrada de la calle Valverde, aún podemos ver la decoración original, hecha con materiales como mármol, bronce o pan de oro. Los ascensores eran amplios y rápidos para la época, ya que tenían que distribuir a muchas personas en poco tiempo. También cuenta con espacios muy característicos, como la Sala de Mapas o la Sala de Consejo, que se conservan igual que en sus primeros tiempos.

Tras varias reformas y ampliaciones, que se sucedieron desde los años 50 hasta entrado el siglo XXI, en 2012 se creó el Espacio Fundación Telefónica, un lugar dedicado a exposiciones, talleres y actividades culturales que cuenta con 6.000 m2, repartidos en cuatro plantas. De esta forma, este icónico rascacielos ha sabido adaptarse al paso del tiempo y, aún hoy, sigue manteniéndose como un símbolo de modernidad en el corazón de Madrid.

5 febrero 2025

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Madrid Nuevo Norte


5 febrero 2025

por Madrid Nuevo Norte