24 julio 2023
por Madrid Nuevo Norte
Madrid, la ciudad de nacimiento de Juan Carlos Argüello (Muelle), pionero del grafiti español en la década de los 80, conserva en la calle Montera una de sus obras, casi un milagro para un artista que reivindicaba el valor de un arte efímero, que llegaba al espectador sin ningún intermediario.
En la actualidad, una nueva generación de arte callejero ocupa grandes muros y medianeras con intervenciones con la firma de algunos de los más reputados e influyentes artistas y grafiteros del mundo. En un paseo por el centro de Madrid se pueden contemplar obras de artistas nacionales como Okuda o Manolo Mesa y otros internacionales como Ben Eine o Ever. Ellos representan la cara más visible del arte urbano, pero artistas en ciernes también dejan la impronta de su creatividad.
Desde 2012, el Ayuntamiento de Madrid cuenta con el Departamento de Arte Público que ofrece espacios en todos los distritos para la expresión del arte callejero, desde la zona Centro a barrios como Usera, Arganzuela, Carabanchel, Vallecas o Tetuán. Compartiendo muros es el nombre de su iniciativa más popular. Este proyecto en ocasiones promueve intervenciones participativas como el proyecto Flores, dirigida por La Artigua y Elena Vacas en el barrio de Tetuán, o más personales, como la del reputado Suso 33, que pobló una fachada de la Plaza poeta Leopoldo de Luis, en el mismo distrito, con decenas de sus figuras humanas.
Listar todas estas iniciativas sería inabarcable, así que hoy nos quedamos en el centro de Madrid, en el que proponemos tres recorridos.
Para acercarnos a las obras de street art más emblemáticas del Madrid histórico sólo hay que seguir tres recorridos que incluyen algunos de los ejemplos más reconocibles de esta expresión artística.
La estadounidense Miami Jason Woodside, con obras en ciudades como Nueva York, Los Ángeles o París, iluminó un muro de la Ronda de Segovia con su paleta multicolor y optimista. La apariencia textil de sus característicos murales cobra en esta superficie ondulada un movimiento que la dota de singularidad.
La mejicana Poni, sobrenombre de Hilda Palafox, muestra a dos mujeres de distintas procedencias, entrelazadas, con el objetivo de reflejar la solidaridad femenina.
Empezamos por uno de los templos del arte de las calles de Madrid, situado en la antigua Tabacalera, y su proyecto Muros. Este muro, que rodea parte del centro de creación artística, lleva acogiendo el arte de múltiples artistas desde 2014, una muestra de arte efímero que se renueva con cierta periodicidad. En su última edición, en 2019, participaron 25 artistas nacionales e internacionales del prestigio del gaditano Manolo Mesa, el francés Eltono o los uruguayos Colectivo Licuado.
El inglés Ben Flynn, más conocido como Ben Eine, referente internacional del caligraffiti por sus famosos alfabetos tipográficos, dejó una de sus pocas piezas en España en el frontón bajo la cancha de fútbol de este parque.
Uno de los murales más antiguos y reconocibles es el ubicado en la Casa de la Vela. En 1985, el artista Ángel Aragonés pintó El reloj de sol de Sombrerete, con su mujer asomada a un balcón como aperitivo del boom que décadas después llegaría. Además, es una de las obras propuestas como imprescindible del street art madrileño por la revista internacional de ocio urbano Time Out.
El bonaerense Ever, alias de Nicolás Romero, es autor de uno de los murales urbanos más singulares del centro de Madrid: Still Life Lavapiés. Muy cerca de la iglesia de San Millán y San Cayetano se ubica este grafiti inspirado en los danzantes de Matisse, pero que incorpora otros elementos descontextualizados como frutas o gatos que cobran sentido en un barrio multicultural como el que ocupa.
Continuamos en el barrio de Lavapiés con el francés Zest (Franck Not) que da muestra de su dominio a la hora de trabajar con los colores primarios, ofreciendo murales que invitan al optimismo del viandante.
Un homenaje a Nelson Mandela en el corazón de Lavapiés. El artista sudafricano Buntu Fihla y fundador de la ONG Dlala Indima (Desempeña tu papel) firma una obra inspirada en la strelitzia reginae o pájaro del paraíso, la flor preferida del nobel de la Paz.
De Tripas Aerosol, o Artur López, ha intervenido más de 200 metros lineales del friso de este mercado a espaldas de la Gran Vía. Un vistoso perímetro de formas y colores, con el que la Asociación de Comerciantes del Mercado muestra la renovada vitalidad del Mercado de los Mostenses.
Cerca de la Gran Vía se ubica la obra del serbio Artez. About this town es un buen resumen de la propuesta de este artista, que retrata la cotidianeidad con una técnica a medio camino entre el retrato fotográfico y la ilustración. La joven transporta una pila de libros que homenajea a símbolos de Madrid como Goya o Galdós.
El oso madrileño es protagonista de este muro intervenido por los suizos Pablo Togni y Christian Rebecchi, parte del coletivo Nevercrew, que tiene en la interacción entre el ser humano y la naturaleza su objeto de reflexión. En esta ocasión el osezno que corona la pirámide sostiene una hoja de madroño en su hocico.
El moscovita Alexey Luka pasea por el mundo unas composiciones que rememoran las vanguardias rusas de principios del siglo pasado. En el lienzo que ofrece un muro a unos 14 metros sobre el suelo, pintóRight Here en 2018, una de sus composiciones que dialoga perfectamente con el entorno.