16 junio 2022
por Crea Madrid Nuevo Norte
El diseño de líneas fluidas del parque rinde homenaje al pasado ferroviario del lugar y posibilita técnicamente, a la vez, la plantación de árboles de gran porte.
Un jardín del viento, parterres de polinización y distintos ambientes sensoriales de luz y sonido son algunos de los elementos que tendrá este espacio público, pensado para tener actividad a todas horas
El equipo multidisciplinar liderado por el estudio holandés West 8, con Porras Guadiana Arquitectos como socio local, ha ganado el concurso internacional para el diseño del Parque Central de Madrid Nuevo Norte.
La propuesta ganadora, obra de los coautores, entre otros, de un proyecto tan relevante para la capital como Madrid Río, apuesta por la creación de un gran bosque urbano cuya identidad se vincula a la memoria ferroviaria del lugar. El diseño del parque surge a partir de la estructura del haz de vías de tren sobre el que se construirá el nuevo pulmón verde, conecta con los barrios que lo rodean y contará con un elemento singular en su punto central, un gran jardín vertical en forma de espiral que canalizará la brisa a su interior, aportando sombra y frescor.
El concurso para el diseño del Parque Central, impulsado por la Comisión Gestora del APE 05.31 Centro de Negocios de Chamartín, planteó la creación de una gran zona verde de más de 14 hectáreas sobre la losa que se construirá por encima de las vías de Chamartín, un nuevo espacio icónico que permitirá unir los barrios del entorno cerrando una brecha histórica que divide en dos desde hace décadas el norte de la capital. El parque se integrará en la red lineal de parques de Madrid Nuevo Norte, que conectará a su vez con el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y con el sistema de zonas verdes formado por los parques de la corona norte de la ciudad, el Bosque Metropolitano y el Arco Verde.
En el Parque Central de Madrid Nuevo Norte habrá un claro protagonismo de las superficies arboladas, convirtiéndose en un espacio natural y verde que aumentará la biodiversidad de su entorno, aportando sombra y propiciando un microclima local fresco en los meses calurosos de verano. Todo ello, basado en el análisis técnico de las condiciones climáticas específicas de su emplazamiento, realizado por equipos especializados que han colaborado en el proyecto ganador y han modelizado las condiciones óptimas de confort peatonal durante las diferentes épocas del año.
El diseño del parque potenciará que los edificios de su perímetro se activen con comercio y actividad urbana.
La propuesta ganadora, elegida de forma unánime por el jurado, da respuesta a los principales retos técnicos y de diseño que presenta el proyecto del parque. El proyecto de West 8 incorpora la huella de la estructura de las vías del tren que desde hace décadas ocupan el lugar, para proponer una serie de líneas fluidas que recorren longitudinalmente el parque, al tiempo que conecta con las calles de los barrios que lo rodean. “Será un parque permeable y accesible, que conectará transversal y longitudinalmente a todos sus vecinos”, explican desde West 8.
El respeto al trazado ferroviario, unido al empleo de técnicas ya puestas en práctica por el equipo proyectista en actuaciones con condicionantes técnicos similares, hará posible plantar árboles que puedan alcanzar un gran porte, creando un verdadero bosque urbano, al tiempo que resuelve los requerimientos y necesidades de la infraestructura ferroviaria que cubre. No en vano los estudios de arquitectura que lo han diseñado participaron en la creación de Madrid Río, el parque sobre una gran infraestructura de transporte más emblemático de nuestro entorno, construido sobre la M-30. El equipo redactor incluye también consultoras de ingeniería con amplia experiencia en este tipo de trabajos.
Tal y como expresan desde el estudio de arquitectura, el diseño del proyecto y el lugar donde se ubica son inseparables en su propuesta: “la superposición de ambas trazas acaba por conformar un nuevo paisaje de caminos y líneas que enraíza profundamente en su contexto. El parque nace así del lugar, sólo posible en este punto de Madrid”, explican.
El parque rinde homenaje al trazado ferroviario sobre el que se asienta, al tiempo que garantiza la viabilidad técnica de la plantación de un verdadero bosque urbano y conecta con los barrios circundantes.
Su elemento icónico y más representativo, el Jardín del Viento, se convertirá en un nuevo referente visual para la ciudad de Madrid. Tomando la forma de una gran espiral, esta singular estructura verde se situará en el centro del parque, en el punto donde confluirán sus caminos y totalmente cubierta por vegetación para generar su propio microclima, convirtiéndose en un elemento que aportará frescor en los meses más calurosos y en el principal punto de encuentro del parque.
En palabras de Adriaan Geuze, director de West 8, este gran jardín vertical “se elevará por encima de la altura de las copas de los árboles para captar las altas brisas y dirigirlas a través de su envolvente verde, reduciendo la temperatura ambiente y creando un espacio fresco en su interior que se convertirá en el principal punto de encuentro del parque”.
Este elemento, según explican sus diseñadores “se enrolla sobre sí mismo conformando una estructura a modo de vórtice o remolino”, y será también un espacio digital innovador e interactivo.
El Jardín del Viento se erigirá en el punto en el que convergerán todos los caminos del parque y será el principal punto de reunión de este nuevo pulmón verde.
El proyecto de West 8 plantea la creación de un parque vibrante y activo todo el día, gracias a un diseño abierto y flexible que albergará diferentes usos e incluirá una variedad de ambientes y potenciará también la actividad comercial en la planta baja de los edificios ubicados en el perímetro del parque. El diseño también incluye quioscos, espacios de restauración, pabellones dotacionales, amplias áreas de juego, circuitos de ejercicio para personas mayores, food trucks o áreas deportivas, entre otros equipamientos.
El proyecto del parque dará visibilidad a diversos aspectos medioambientales gracias a la presencia de jardines de lluvia, parterres de polinización, huertos urbanos y una gran pradera estancial, elementos que permitirán que sus visitantes conecten con la naturaleza.
Además, se plantea como un espacio digital innovador e interactivo, e incluye ambientes sensoriales de luz y sonido a lo largo de su red de caminos, y que cambiará a lo largo del año. Según explica el equipo ganador, el parque es “un conjunto de múltiples capas naturales, técnicas y digitales”. Y es que, en palabras del estudio holandés, los árboles y plantas “son su principal materia”, pero también lo serán “la tecnología, las actividades e instalaciones”.
El parque será un espacio activo, con presencia de instalaciones digitales, sonoras y visuales, equipamientos y zonas de encuentro.