30 junio 2025
por Madrid Nuevo Norte
El proyecto Madrid Río va mucho más allá que un simple parque: es una de las grandes intervenciones de regeneración urbana y un símbolo de transformación en Madrid. Y, sobre todo, un parque exitoso que los madrileños hicieron suyo desde su inauguración. Su desarrollo sobre la infraestructura soterrada de la M-30 permitió reconectar la ciudad con el Manzanares, devolviendo al río su protagonismo y convirtiéndolo en un espacio que regenera fauna y flora, pero también para el encuentro y disfrute ciudadano. El diseño de este parque, que combina naturaleza, ocio y movilidad, ha demostrado de una manera muy visible cómo la intervención sobre grandes infraestructuras de transporte puede mejorar la calidad de vida de los habitantes y marcar un hito en la planificación de espacios verdes.
Como todos los grandes parques urbanos, Madrid Río aporta a la ciudad beneficios medioambientales, sociales, culturales y de salud al integrar 120 hectáreas de zonas verdes, espacios deportivos, una playa urbana, fuentes ornamentales y más de 33.500 árboles de gran porte, que proporcionan sombra y frescura. Sus puentes y pasarelas han eliminado barreras, mejorado la conexión entre barrios y favorecen la movilidad sostenible. Su transformación ha convertido el río en parte activa de la ciudad, dinamizando su entorno y generando un modelo a seguir en futuros proyectos urbanos.
Madrid Río es un símbolo de transformación urbana.
Sin duda, este parque forma ya parte indisoluble de la imagen de Madrid, pero hay otra gran zona verde que está llamada a ocupar este mismo lugar: el futuro Parque Central de Madrid Nuevo Norte que, al igual que Madrid Río, se desarrollará sobre infraestructuras de transporte, en este caso, sobre las vías ferroviarias de Chamartín. Diseñado por parte del mismo equipo responsable de Madrid Río, el proyecto incorpora las lecciones aprendidas en la creación de cubiertas verdes, integración paisajística, identidad urbana y disfrute ciudadano. Su concepción como un verdadero bosque urbano se combina con el respeto a la identidad del lugar, ofreciendo un pulmón verde que responde a las necesidades ambientales y sociales de la capital.
Madrid Río transformó las riberas del Manzanares en un corredor verde que ha redefinido la relación de la ciudad con su río, mientras que el Parque Central de Madrid Nuevo Norte nace con la ambición de ser un pulmón verde que elimine barreras urbanas y articule la expansión del norte de la capital, creando un nuevo destino para madrileños y visitantes. Ambos proyectos comparten una identidad basada en la conectividad, el bienestar ciudadano y la resiliencia ecológica.
Al igual que se hizo con Madrid Río sobre la M-30, el Parque Central se construirá sobre una gran superficie de hormigón que cubrirá las vías del tren, por lo que, de nuevo, el mayor reto será el de crear un auténtico pulmón verde sobre una superficie no natural. La solución la aporta parte del equipo que diseñó Madrid Río, y que ha resultado ganador del concurso para el diseño del Parque Central, el estudio neerlandés West 8 junto a los madrileños Porras Guadiana Arquitectos, y pasa por emplear técnicas especiales para asegurar que los árboles puedan crecer sobre diferentes capas que protegen, drenan y oxigenan el terreno. Para ello, se escogerá vegetación especialmente adaptada al clima de Madrid y a estas condiciones únicas y, además, se plantarán los árboles más grandes justo sobre las líneas de pilares que sostienen la estructura, donde se podrá meter una mayor capa tierra, lo que permitirá dar estabilidad y soporte a los árboles de mayor porte.
Uno de los elementos más innovadores del Parque Central de Madrid Nuevo Norte será el «Jardín del Viento», una estructura en espiral cubierta de vegetación que generará un microclima fresco, convirtiéndose en un referente para el urbanismo sostenible. En palabras de Adriaan Geuze, director de West 8, «este gran jardín vertical se levantará sobre la altura de las copas de los árboles para captar las brisas elevadas y conducirlas a través de su envolvente verde, reduciendo así la temperatura ambiente en su interior y creando un espacio de frescor que se convertirá en el principal punto de encuentro del parque».
Madrid Río y el Parque Central de Madrid Nuevo Norte son dos proyectos distintos, pero con raíces comunes, que dialogan entre sí a pesar de la distancia física y temporal, aportando ambos un tejido verde que regenera la ciudad, mejora la calidad de vida de los madrileños y une el pasado, el presente y el futuro de Madrid.