11 junio 2021
por Madrid Nuevo Norte
Economía circular, eficiencia energética y sostenibilidad social son los pilares de la obra de los arquitectos franceses Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal galardonados en 2021 con el premio Pritzker, considerado el «Premio Nobel» de la arquitectura. Un reconocimiento que se otorga a un arquitecto o arquitectos vivos que hayan logrado “consistentes y significativas contribuciones a la humanidad a través del arte de la arquitectura» y cuya obra construida demuestre “una combinación de cualidades como talento, visión y compromiso», según la propia organización.
Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal fundaron su estudio de arquitectura Lacaton & Vassal en 1987, años después de haber estudiado y trabajado juntos en la Escuela Nacional Superior de Arquitectura y Paisaje de Burdeos. Desde entonces, ambos han realizado más de 30 proyectos, siempre guiados por una visión sostenible en la que priman el bienestar de las personas, la responsabilidad social, la readaptación de los inmuebles y respeto al entorno construido existente.
El trabajo de Lacaton y Vassal se centra en reutilizar y reinterpretar el uso de los espacios, transformándolos para darles una nueva vida, hacerlos mejores y más habitables. Se trata de aprovechar lo que ya hay y evitar demoliciones que, según sus palabras, representan «una pérdida de energía, materiales e historia». Una visión de sostenibilidad entendida como un balance entre lo económico, lo medioambiental y lo social.
Los espacios que crean apoyan la vida cotidiana, los encuentros, el paisaje y el arte. Todo dentro de un concepto de economía circular que logran a través de los materiales y de un sentido del espacio propio. Usar lo que ya está ahí, stay simple (mantenerse sencillo), aprovechar el aire libre, la luz y el entorno. Una filosofía de la que se empaparon durante una estancia en Nigeria al inicio de su carrera, país que consideran su segunda escuela después de Burdeos, y que les condujo a una arquitectura basada en la economía y la modestia en armonía con el contexto.
Su premisa economía-rendimiento se hace efectiva en sus novedosas fachadas, que rehabilitan edificios y aportan una imagen estética que mejora la ciudad en su conjunto. Un buen ejemplo es el trabajo realizado en tres inmuebles residenciales en Grand Parc (Burdeos) en los que, partiendo de las estructuras existentes y con intervenciones mínimas, demostraron que se pueden realizar cambios radicales en la habitabilidad y usabilidad de un edificio que estaba destinado a ser demolido.
La nueva fachada consiguió ampliar 20 metros cuadrados los pisos existentes, con una galería que además cumple el papel de aislante térmico, aumentando el espacio habitable de forma económica. La pareja de arquitectos ha hecho de los cerramientos de policarbonato ondulado presentes en éste y en otros muchos de sus proyectos su seña de identidad; un material económico, transparente y que permite aclimatar mejor los interiores a los cambios de temperatura sin derroche energético. El proyecto de Grand Parc mereció el Premio Mies van der Rohe de arquitectura contemporánea de la Unión Europea.
Otro ejemplo de transformación de vivienda urbana es La Tour Bois le Prêtre, en París, un proyecto de 17 plantas y 96 viviendas construido originalmente a principios de la década de 1960. Lacaton y Vassal rechazaron los planes iniciales para el inmueble que incluían la demolición de este edificio residencial y aprovecharon su estructura, eliminando la fachada de hormigón original para añadir balcones bioclimáticos y así agrandar cada apartamento.
La obra de Lacaton y Vassal abarca desde instituciones culturales y académicas privadas hasta espacios públicos, viviendas y desarrollos urbanos. Aunque su actividad se ha concentrado fundamentalmente en Francia, han llevado sus novedosas ideas a destacados concursos internacionales celebrados en distintos países de Europa, América y Asia.
Los arquitectos han evolucionado sus obras que han aumentado de tamaño, y además de trabajar con edificios, afrontan cada vez más todo tipo de proyectos. Sin embargo, el postulado básico de su arquitectura sigue siendo el mismo: la duplicación del espacio, mediante un «espacio extra», que se convierte en su instrumento para desplazar los límites de la arquitectura.
Entre sus proyectos más recientes se encuentra el centro de creación contemporánea en el que se ha transformado el Palais de Tokyo, en París. Lacaton y Vassal recibieron el encargo de la reforma de este edificio decó ubicado en el corazón de la capital francesa con las obras ya empezadas. Decidieron ahorrar no enyesando las paredes que habían quedado descubiertas y dejando las columnas e instalaciones vistas. Además, lograron maximizar el espacio utilizable, aumentando el museo en 20.000 m2 para adaptarse a las necesidades cambiantes de las exposiciones. En 2009, los arquitectos también consiguieron duplicar las áreas de la Escuela de Arquitectura de Nantes, creando espacios adaptables.
En estos momentos, los arquitectos franceses se encuentran inmersos en la transformación en 138 viviendas de un antiguo hospital en París; en un edificio de 80 pisos en Anderlecht, Bélgica; y en la transformación de edificios de uso mixto que ofrecerán espacios hoteleros y comerciales en Toulouse.