Los ‘terceros lugares’: el alma de las ciudades

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  • Se llama ‘tercer lugar’ al espacio en el que socializamos, fuera del entorno laboral y doméstico. Accesibles y abiertos, fomentan la interacción y la cohesión en los barrios.
  • Estos espacios, desde las plazas hasta las bibliotecas o los cafés, ayudan a crear lazos vecinales y aportan vida urbana.
  • El término lo acuñó el sociólogo Ray Oldenburg y reivindica el valor del espacio compartido para construir comunidades vivas y barrios conectados.

 

En el día a día, nos movemos entre dos espacios principales: la casa (‘primer lugar’) y el trabajo o centro de estudios (‘segundo lugar’). Pero la vida social, la que de verdad construye comunidad, suele desarrollarse en otro tipo de espacios: los ‘terceros lugares’. El término lo popularizó el sociólogo estadounidense Ray Oldenburg en su libro The Great Good Place (1989) para describir sitios donde las personas se encuentran de forma voluntaria, sin jerarquías, para conversar, compartir tiempo y crear vínculos. Son espacios accesibles, neutrales y abiertos, que invitan a quedarse. La plaza del barrio, el bar de la esquina, los parques para todas las familias, los mercados, las bibliotecas públicas… Además de su valor como punto de ocio, estos lugares refuerzan el tejido social, favorecen la participación ciudadana y mejoran la calidad de vida de los barrios y, en general, de las ciudades. También mantienen a las comunidades cohesionadas y cívicas, tal y como contrastaron los investigadores Seth A. Williams y Juan R. Hipp, de la Universidad de California (Estados Unidos). Pero, sobre todo, en el día a día cumplen una misión sencilla y vital: evitar el anonimato y la soledad, ofreciendo siempre un espacio cercano donde sentirse parte de un vecindario.

En busca de la cohesión social

Los espacios que invitan a encontrarse y convivir no surgen por azar, sino que son el reflejo de una manera de pensar y construir la ciudad. A medida que el concepto de cohesión social ha ido ganando relevancia, urbanistas y comunidades han impulsado proyectos que refuerzan el sentido de pertenencia y vecindad. Por ejemplo, el urbanismo táctico apuesta por intervenciones rápidas, asequibles y de pequeña escala que permiten ensayar mejoras antes de hacerlas permanentes. Algunas actuaciones de mayor escala han transformado por completo la relación entre ciudad y ciudadanía. En Madrid, el proyecto Madrid Río es paradigma de ello: el soterramiento de la M-30 permitió recuperar la ribera del Manzanares y convertirla en un extenso corredor verde que hoy es uno de los puntos de encuentro más valorados de la capital. En el ámbito internacional, iniciativas como la del High Line en Nueva York muestran cómo una infraestructura en desuso puede convertirse en motor de revitalización urbana. Lo que antes fue una línea ferroviaria elevada hoy es un parque lineal con senderos, áreas de descanso e instalaciones artísticas, que ha tejido nuevos vínculos entre barrios y fomentado la interacción entre residentes y visitantes.

Plaza de España y su entorno en Madrid (Fuente: COAC)

Plaza de España y su entorno en Madrid (Fuente: COAC)

Los terceros lugares en la vida diaria de Madrid

En Madrid, al igual que en otras muchas ciudades de nuestro entorno cultural, los ‘terceros lugares’ forman parte de la rutina y la cultura local. Bares y cafeterías mezclan generaciones y en ellos se conversa sin prisa. Plazas como la Remonta en Tetuán, la de Olavide en Chamberí, la Plaza de España o el Dos de Mayo en el Centro; parques como El Retiro o el de Santander en Chamberí; son puntos de encuentro habituales que refuerzan la vida comunitaria. Los mercados tradicionales, como el de la Cebada, Maravillas o Antón Martín, combinan la compra de productos frescos con un espacio para charlar, picar algo o participar en actividades culturales. Puntos culturales como Matadero, La Casa Encendida o las bibliotecas municipales se convierten en entornos donde aprender, reunirse y participar en iniciativas abiertas a todos los públicos.

El parque de El Retiro es un punto de encuentro tradicional para los habitantes de Madrid.

El parque de El Retiro es un punto de encuentro tradicional para los habitantes de Madrid.

Y la ciudad también mira al futuro. En ese sentido, el proyecto Madrid Nuevo Norte incorpora la idea de ‘tercer lugar’ desde su planificación. Su diseño busca crear un entorno en el que la vida en la calle sea protagonista. El Parque Central será un gran pulmón verde de más de catorce hectáreas construido sobre las vías de Chamartín, que, al igual que Madrid Río o la High Line, recuperará un espacio ocupado por infraestructuras para convertirlo en un lugar de encuentro ciudadano. Contará con zonas para pasear, descansar y realizar actividades culturales y deportivas, y albergará el Jardín del Viento, una estructura en espiral cubierta de vegetación que generará un microclima fresco y se convertirá en un punto de reunión singular.

El Parque Central es un ejemplo de “tercer lugar”.

El Parque Central es un ejemplo de “tercer lugar”.

Además, se desplegarán 200.000 metros cuadrados de dotaciones públicas, para usos como centros culturales, deportivos y educativos, y el 90% de las parcelas reservarán las plantas bajas de sus edificios para acoger comercio de proximidad que active la vida de barrio y refuerce la interacción vecinal. Las calles se diseñarán con criterios de accesibilidad, aceras amplias, carriles bici y espacios verdes, priorizando la movilidad activa y la conexión entre zonas.

2 diciembre 2025

Autor

Madrid Nuevo Norte


2 diciembre 2025

por Madrid Nuevo Norte