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Así surgieron los primeros parques públicos

  • Modelo de ciudad

La aparición de los parques en las ciudades se remonta al siglo XIX, y vino precedida de un intenso debate público.

 

PARQUES 3

 

Hoy día vemos los parques públicos de nuestras ciudades como algo natural, inseparable del entorno urbano, pero no siempre fue así. Hubo una época en la que vivir en una gran ciudad significaba, para muchos de sus habitantes, no poder acceder a un área arbolada o a un entorno vegetal.

Desde antiguo existían zonas verdes en las ciudades, esencialmente jardines privados de palacios y palacetes, signos de distinción y de estatus. Las primeras medidas para acercar las zonas ajardinadas a la población consistieron en abrir al público algunos de esos grandes jardines palaciegos. De hecho, el madrileño Parque del Buen Retiro fue accesible a todos los habitantes de la capital para su uso recreativo ya desde mediados desde el siglo XVIII, a iniciativa del rey ilustrado Carlos III. Pero estas decisiones eran casos excepcionales y muchas ciudades seguían sin contar con espacios verdes de recreo público.

La llegada de la Revolución Industrial y los desplazamientos masivos hacia núcleos urbanos supuso que, en muchas ciudades, millones de personas pasaran a no tener acceso alguno a la naturaleza, ni a un remanso de paz dentro de entornos a menudo contaminados, agitados y grises.

A mediados del siglo XIX, la Revolución Industrial había penetrado completamente en las grandes urbes de Europa y Norteamérica, y las condiciones de vida de amplias capas de población, desplazadas a las metrópolis desde el medio rural para trabajar en las fábricas, eran muy deficitarias. La gran mayoría de los habitantes de esas ciudades crecientes no tenía acceso a zonas naturales. En algunas localidades de Estados Unidos incluso llegaron a existir jardines particulares creados exprofeso, abiertos solo previo pago de una entrada a quien quisiese tener acceso durante unas horas a un entorno vegetal y de respiro. Pero este gasto tampoco estaba al alcance de muchos ciudadanos.

En ese contexto, surgió una corriente de pensamiento llamada higienismo. Los higienistas denunciaban públicamente esta situación que se iba agravando con los años. Con la intención de atenuarla, provocaron un debate público sobre las condiciones de vida y la salud de la población, y trataron de poner en marcha iniciativas de diverso calado en los núcleos urbanos. La creación de los primeros parques públicos modernos surgió, pues, en Reino Unido a mediados del XIX con la filosofía de generar un entorno que paliase esas deficiencias para una gran mayoría, y colaborase en mejorar su salud física y mental.

Los detractores de ese nuevo elemento urbano aducían, entre otros argumentos, que el pueblo no estaba preparado para valorar y cuidar algo tan precioso y delicado como parterres de flores o frágiles templetes, y que en pocos días los nuevos parques quedarían totalmente destrozados y vandalizados. Pero las primeras experiencias corroboraron exactamente lo contrario: los ciudadanos valoraban y respetaban esos nuevos elementos como un patrimonio común y los casos de vandalismo eran muy puntuales.

Birkenhead Park, en Liverpool, se considera el primer parque construido para uso público. Fue creado en 1847 por el arquitecto Joseph Paxton. Muy pronto, esta corriente se difundiría a urbes como París y Nueva York. En París, Napoleón III mandó abrir al público y reformar Reales Sitios ya existentes como el Bois de Boulogne y el Bois de Vincennes, en los extremos de la ciudad. También creó varios pequeños parques de nueva planta dentro de la capital: el Parc Monceau, Buttes-Chaumont y Montsouris.

 

Birkenhead Park, en Liverpool, creado en 1847, se considera el primer parque construido para uso público

Birkenhead Park, en Liverpool, creado en 1847, se considera el primer parque construido para uso público

 

El caso de Nueva York y su emblemático Central Park fue singular por la intensidad del debate público que precedió a su creación. La isla de Manhattan se había troceado totalmente en parcelas de dimensiones pensadas casi exclusivamente para optimizar su venta. El llamado Plan de los Comisionados de 1811 creaba una malla destinada a ser construida, que ocuparía la totalidad de la isla y que dejaba espacio libre para unas pocas plazas y espacios libres dispersos. Pero en la práctica, la presión inmobiliaria de esta metrópolis emergente era tal que muy pocas de esas plazas llegaron a convertirse en realidad, quedando la mayoría macizadas por más parcelas para edificar.

En 1844 el poeta, periodista y editor William Cullen Bryant publicó un artículo en el periódico Evening Post, clamando por la inmediata creación de “un extenso terreno para la sombra y el recreo” en la ciudad, que generó un intenso debate público sobre la posibilidad de un hipotético parque central.

 

El Plan de los Comisionados de 1811 con la proyección de famosa malla de Nueva York, y un plano de 1899 que ya incluía Central Park y las plazas que finalmente se llegaron a crear.

El Plan de los Comisionados de 1811 con la proyección de famosa malla de Nueva York, y un plano de 1899 que ya incluía Central Park y las plazas que finalmente se llegaron a crear.

 

En 1851 el periódico Journal of Commerce publicó la correspondencia entre dos funcionarios municipales, que evidenciaba su discusión por la idea de establecer un gran parque, “El Parque”, que ocupase buena parte de la malla en el centro de la isla, sacrificando su aprovechamiento inmobiliario y estableciendo un pulmón público y de libre acceso para todos los ciudadanos. Tres años más duró la discusión pública, cuyas opiniones enfrentadas fueron reflejadas a tiempo real por artículos en la prensa neoyorquina, y que concluiría definitivamente con la creación de Central Park en 1857.

Tras esos primeros momentos de debate tanto en Europa como en América, los parques públicos ganaron rápidamente aceptación por parte de los gobernantes de las ciudades, dado su incontestable éxito y popularidad. Su existencia es hoy día regulada y exigida por las normativas municipales de todo el mundo y considerada un elemento imprescindible de las ciudades modernas.

13 agosto 2018

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Madrid Nuevo Norte


13 agosto 2018

por Madrid Nuevo Norte