Arquitectura Histórica
Pocos edificios, pero muy representativos de la identidad local, ya sean construcciones religiosas o civiles y cada una con su personalidad particular.
“Colores de Fuencarral” reúne a investigadores y a vecinos de Fuencarral en un proceso participativo para identificar, juntos, la esencia visual de su entorno urbano.
Descubrir SCROLL PARA CONTINUARA vista de pájaro, el casco histórico de Fuencarral, de origen medieval, destaca entre la estructura urbana de los barrios que lo rodean. Más pueblo que barrio, Fuencarral se ha mantenido ajeno al crecimiento de la ciudad hasta tiempos muy recientes, aislado por carreteras y por las vías del tren. Un importante problema de conectividad, que hoy persiste.
La historia de Fuencarral, con marcada personalidad propia, se aprecia en su trama urbana, en sus costumbres únicas como la histórica loa a la Virgen, entre otras tradiciones.
Su entramado de calles irregulares ayuda a preservar una fuerte identidad, como también lo hace el conocimiento entre vecinos, que potencia el sentimiento de arraigo.
Pisando sus calles y plazas, donde tiene lugar la vida cotidiana, se confirma la sensación de estar en un lugar lleno de historia y carácter propio.
Sus casa anónimas e irregulares de una o dos plantas y fuerte espíritu rural y sus callejas sinuosas y animadas nos hablan de una forma de vida a pie de barrio, donde la proximidad y el valor de la comunidad lo son todo.
Pocos edificios, pero muy representativos de la identidad local, ya sean construcciones religiosas o civiles y cada una con su personalidad particular.
Edificios que se funden con el paisaje urbano, a menudo sin un valor diferencial a nivel técnico, estético o arquitectónico, más allá de sus sencillos balcones y aleros tradicionales. Las transformaciones realizadas por sus habitantes muestran los siglos de historia vividos.
Con sus característicos aparejos de ladrillo visto y sus juegos geométricos de rombos y aspas, frecuentemente son humildes viviendas de autoconstrucción, pero con una clara intención estética y carácter propio
Representada por la Fábrica de Jabones Juan del Pozo. Hasta no hace muchos años todavía seguía en funcionamiento, y forma parte de la memoria colectiva del barrio
La fábrica de jabones Juan del Pozo guarda un pequeño tesoro desde su construcción en los años 40 del siglo XX. La bella tipografía de las letras que adornan la fachada y recogen el nombre de la fábrica es una fuente artesanal, anónima y realizada específicamente para esa fachada. Un valor diferencial y una oportunidad única para potenciar la identidad visual del barrio.
La tipografía propuesta parte de este hallazgo y toma el nombre de “fuente Fuencarralera”. Gracias a un sistema modular de rejilla se reproducen las mismas proporciones, grosores y curvaturas que la tipografía original. Al igual que en la fábrica, tiene dos modalidades: regular y esbelta.
Motivos geométricos aparecen aquí y allá en la arquitectura de Fuencarral. Algunos de ellos, repetitivos, pueden pasar desapercibidos por su cotidianeidad. Otros patrones, singulares y simbólicos, se erigen como destacados representantes del arte local, como ocurre con las geometrías barrocas dibujadas sobre las fachadas del Santuario de Nuestra Señora de Valverde.
Las capas y texturas añadidas a lo largo de distintos tipos de revocos abundan en los edificios del barrio, y aunque se puede considerar algo sin intención estética, las combinaciones de texturas e intensidades muestran una notable cualidad expresiva.
Las fachadas han ido aumentando su espesor de forma irregular mediante capas superpuestas convirtiéndose en huella viva de la historia de esos edificios a lo largo de muchas generaciones.
Y entre todas esas combinaciones, una paleta de colores cálidos, con tonalidades de ocres, rosa viejo o beige, recoge como ninguna otra el repertorio presente en las calles y edificios del barrio.
Localizado fuera del entorno urbano, y erigido entre los siglos XIII al XVIII, tiene un papel muy importante en la historia y en las tradiciones de Fuencarral.
Desde principios del siglo XX se dispersa por el barrio, que aún se conserva algunas de sus fachadas originales. Sus aparejos de ladrillo en relieve y sus geometrías de rombos y aspas son característicos.
Destacado ejemplo agrícola y doméstico del siglo XVI. Su construcción a base de muros de tapial fue cubierta posteriormente añadiendo capas de mortero y revoco a la tirolesa.
Ejemplo de arquitectura industrial, hasta hace no muchos años seguía en funcionamiento. Su letrero de tipografía singular adorna la fachada y recoge el nombre de la fábrica.
Situado en el centro del barrio, fue el antiguo ayuntamiento de Fuencarral hasta su integración en Madrid en 1951. Hoy, como centro sociocultural, es un espacio abierto y pensado para los vecinos de Fuencarral, con todo tipo de actividades.
En el centro del casco histórico, se comenzó a construir en torno al siglo XIV y se terminó en el XVII. En su interior destaca la Capilla de la Vera Cruz.
Una de las calles más representativa del casco histórico. Junto a Santa Ana Alta, transmite la “sensación de pueblo”, con sus casas tradicionales de una o dos plantas.
José Martín vecino e historiador
Javier Osorio vecino y presidente de la Hermandad de Nª Sª de Valverde
María del Carmen Heranz vecina
Caridad Raigal vecina y presidenta del AMPA Colegio Sagrado Corazón“De Fuencarral destaco ir andando por la calle y que la gente te salude. Y también el olor a leña, que aún se siente. Huele… a casa”.
María de los Ángeles Álvarez vecina y miembro del AMPA Colegio Sagrado Corazón“Fuencarral es muy familiar, es hogar… Todos nos conocemos”.
Javier Velázquez vecino“Cuando me acerco a Fuencarral, lo veo en los patios…. Hay más vida en la calle que la que hay en las grandes ciudades”