Éxito de la edición más castiza de la Tapa de Chamartín

Un año más, y van doce, la Asociación PYMES Chamartín ha celebrado la Ruta de la Tapa de Chamartín, una fiesta de la cocina en miniatura que pone en valor la buena mano con que se dirigen los fogones de cuatro zonas del distrito: Plaza de Castilla, Hispanoamérica, Prosperidad y Corazón de María. 

Pero no es el único objetivo. “Queremos convertir los barrios de Chamartín en una alternativa de ocio y consumo para todos los madrileños”, explica Daniel Caparrós, presidente de la entidad organizadora. Y a la vista de las cifras, se ha conseguido: “En estos doce días se han servido alrededor de 30.000 tapas”, afirma. 

El número de locales participantes también ha superado las expectativas: cerca de 70 en una edición en la que más de 20.000 personas se han acercado a disfrutar de tapas elaboradas específicamente para la ocasión. Aprovechando la coincidencia de fecha con el Día de la Hispanidad, las propuestas de este año han girado en torno a la gastronomía nacional, una idea con la que se ha querido homenajear la riqueza y la variedad de la cocina española.  

Objetivo logrado. Ahí estaban la tartaleta de rabo de toro con crujientes de apio de la taberna La Alpujarra, la cazuela de garbanzos con perdiz del restaurante Marbella o el tartar de salmón con aguacate y huevas de Mújol de la marisquería Norte Sur, deliciosos ejemplos de cómo reinventar platos de cuchara tradicionales.  

La influencia del otro lado del Atlántico también estaba presente en muchos de los platos, como en ese original crujiente de mejillón tigre con huevo de codorniz y guacamole o en la propuesta del restaurante Baralloco: sardina aliñada con vinagre sobre un pico de gallo con tomate y mango. Y todos bajo el precio genérico de 3,50 euros por consumición, bebida incluida. 

El año pasado, tras una década de ferias independientes, se decidió unificar las cuatro rutas del distrito -Prosperidad de Tapas, Tapas en Plaza de Castilla, Tapas Corazón de María y Ruta de la Tapa en Príncipe de Vergara- en una única celebración y buscar una temática que aunara todas las propuestas culinarias. Y viendo la afluencia de gente de esta edición, se trató de una buena idea. 

Desde Vecinos Madrid Norte nos hemos querido sumar a esta iniciativa con la puesta en marcha de un concurso fotográfico en el que se podían compartir instantáneas de la actividad. Entre todos los participantes se han sorteado cinco vales de 100 euros para disfrutar en cualquiera de los locales de la ruta. Y así, alargar un poco más esta ruta de pata negra que ha resultado un auténtico disfrute para el paladar y un descubrimiento de casas de buen comer en la zona.