21 abril 2021
por Víctor Ruiz
El I Simposio del Observatorio de la Movilidad organizado por El Español e Invertia, cuya primera edición versa sobre Movilidad y Ciudad Inteligente, ha centrado su segunda jornada en los retos para un nuevo modelo de ciudad y una movilidad sostenible. En este marco, reconocidos profesionales del urbanismo y la sostenibilidad han participado en una mesa redonda en la que han aportado su visión sobre las claves de las ciudades del siglo XXI, incluyendo cuestiones tan cruciales como el cambio de paradigma del urbanismo, que hoy debe poner a las personas en el centro del diseño de la ciudad. Los expertos han coincidido en ejemplificar en Madrid Nuevo Norte las cualidades necesarias para desarrollar un nuevo modelo de urbanismo que se anticipa a los cambios de las próximas décadas.
El acto ha contado con la intervención de Miguel Hernández, director de Estrategia y Desarrollo Corporativo de DCN, quien ha destacado que las ciudades han seguido distintos modelos a lo largo de la historia, y han crecido y formado su carácter apoyándose tanto en las actividades que en ellas se desarrollan como en las tipologías urbanas, ya sean densas, compactas o dispersas, que traen consigo diferentes condiciones edificatorias y densidades de población y dependen de su contexto cultural. A pesar de ese trasfondo histórico, para Hernández, en el siglo XXI “se ha producido un desplazamiento en el centro de gravedad y las personas se han puesto en el centro de referencia del diseño de las ciudades”. Hernández ha destacado que hoy es impensable hacer un proceso urbanístico que no cuente con procesos de participación ciudadana, que no tenga en cuenta los ingresos que van a revertir a las Administraciones Públicas, o que ignore cómo las personas se desplazan en las ciudades: “Hoy en día se diseña la movilidad, y basándose en ella se diseñan las ciudades”, ha manifestado.
El nuevo modelo, ha detallado el directivo de DCN, implica que “los entornos que debemos hacer han de ser los mejores para vivir y los mejores para trabajar”. Un objetivo que sólo puede alcanzarse desde la base de la sostenibilidad, de la necesidad de ser competitivos en el contexto internacional y de crear entornos urbanos preparados para un contexto en el que los cambios se suceden cada vez con más rapidez. “Los urbanistas nos sabemos lo que va a pasar dentro de veinte o treinta años y debemos hacer un marco tal que se nos permita poder ir corrigiendo sobre la marcha”, ha manifestado. En ese contexto, es fundamental potenciar la resiliencia, la capacidad de las ciudades para resistir a los cambios que se les vienen.
Madrid Nuevo Norte recoge el guante de estos grandes retos y los hace suyos, apostando por la posibilidad de la implantación de múltiples actividades, que, según Hernández, “irán vinculadas a la potencia de la estación de Chamartín”. Miguel Hernández ha explicado que “el centro de gravedad de la actividad de la ciudad se va a desplazar” continuando el principal eje vertebrador de la ciudad, la Castellana, “que crecerá en 50 años lo mismo que en los últimos 200”, ha detallado, aunque la prolongación de dicho eje tendrá ahora carácter de corredor verde.
Para el director de Estrategia y Desarrollo Corporativo de DCN, la gran actuación de regeneración urbana de la capital nace preparada para futuros escenarios, en el momento más adecuado y con la máxima seguridad jurídica, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y de atraer y retener el talento, aprovechando la gran oportunidad que supone el vacío urbano existente en el norte de Madrid.
Hernández también ha destacado que no hay un libro de instrucciones de cómo se hace un proyecto de esta envergadura y ambición. “Tenemos que gestionarlo de una manera absolutamente singular, esto no se ha hecho nunca antes en España”, ha advertido. Una gestión compleja que incluye el trabajo conjunto y coordinado entre administraciones y empresa públicas con la iniciativa privada.
El directivo de DCN ha recordado que lo que nació como un proyecto urbanístico se ha convertido hoy en una oportunidad de recuperación, en un momento en el que “los ciclos económicos, políticos y del diseño urbano por fin se han alineado para que Madrid Nuevo Norte pueda ser una realidad”.
En la mesa, moderada por Miguel Ángel Díaz Camacho, arquitecto y director en Estudio MADC, presidente de la Asociación Sostenibilidad y Arquitectura y profesor de la Universidad Camilo José Cela (UCJC), han participado otros expertos de renombre que han profundizado en distintos aspectos del urbanismo del siglo XXI, como la sostenibilidad y la movilidad.
Martha Thorne, decana de IE School of Architecture and Design, ha desglosado que en los últimos años se están viviendo importantes presiones e influencias que suponen cambios sustanciales en el urbanismo, como el cambio climático o la tecnología, así como la velocidad de urbanización de determinadas ciudades y la consolidación y regeneración de otras.
Thorne ha abogado por abandonar la zonificación por usos de las ciudades. “No hay que estudiar las ciudades en segmentos, todos los elementos son importantes para el urbanismo”, ha afirmado.
Por su parte, Flavio Tejada, director de Arup Cities en Europa ha puesto de relieve que “la ciudad es el ejercicio colectivo más caro que hacemos como sociedad”, y eso implica una fuerte inversión no solo material sino personal, ya que en ellas destinamos la mayor parte de nuestro tiempo. Ya no es un diseñador, un urbanista quien crea el planeamiento, como ocurría históricamente, sino que “somos las personas, somo las sociedades quienes construimos las ciudades y estas son el reflejo de cómo somos”, ha manifestado. Pero también son necesarias las infraestructuras. Para Tejada, es imprescindible que la ciudad actual tenga “un sistema de transporte público eficiente capaz de articular los flujos”.
El experto de Arup ha abocetado cuatro vectores sobre los que es necesario reflexionar, cuatro características de la ciudad que es necesario tener en cuenta, y que a su juicio son la proximidad, la participación ciudadana, la identidad y la belleza.
Para Guillermo Maldonado, director en Tema Ingeniería y consejero delegado de TEMA Grupo Consultor, “moverse de forma sostenible es desplazarse usando el medio más idóneo en función de dónde tenemos que ir”. Para este experto, la movilidad ha de ser eficiente desde el punto de vista económico, desde el punto de vista social y respetar el medioambiente. Y para ello hay que “invertir la pirámide de la movilidad” de forma que la prioridad sea el peatón, y detrás de él esté la bicicleta, el transporte público y, por último, el vehículo privado. En ese sentido, ha puesto a Madrid Nuevo Norte como ejemplo de multimodalidad a tres escalas: de alcance local con el autobús; a escala ciudad con el Metro; y a escala regional con los servicios ferroviarios, y ha valorado que el gran proyecto de transformación de Madrid incorpore “la apuesta por la ciudad de los 15 minutos y la mezcla de usos”, en la que todo está mano., así como poner fin a la gran brecha urbana provocada por las vías del tren en el norte de la capital.
Javier Torralba, director de Breeam España, ha explicado el papel de los certificados de sostenibilidad, que sirven para promover la construcción y el urbanismo sostenible y sus beneficios. Entre estos está el respeto al medioambiente, algo relevante ya que “las ciudades ocupan el 3% territorio y consumen 60% de los recursos naturales”, ha explicado. Para el responsable del prestigioso sello de sostenibilidad, Madrid Nuevo Norte va a ser un referente en este campo no sólo a nivel de España sino a nivel internacional. Según Torralba, otro beneficio del urbanismo sostenible es el cuidado de la salud, algo relevante para los entornos urbanos, ya que pasamos buena parte de nuestra vida en ellos. El urbanismo responsable “también conlleva un funcionamiento económicamente eficiente”, ha explicado, lo que revierte también en la viabilidad de las actuaciones y en el bienestar de las personas.
Por último, ha destacado que estos sellos de sostenibilidad ayudan a contar con el respaldo de la comunidad. “La participación ciudadana para incorporar al diseño las inquietudes de la ciudadanía es fundamental y ha de tener continuidad, porque estamos en el momento de hacer ciudades para las personas. Madrid Nuevo Norte es este punto de inflexión”, ha concluido.