El proyecto ha establecido herramientas de colaboración público-privada que posibilitan la coordinación de actuaciones estratégicas para la capital. 

La colaboración público-privada en Madrid Nuevo Norte se está demostrando clave para crear infraestructuras de gran envergadura que mejorarán notablemente la calidad de vida de los madrileños. Esta colaboración se ve reflejada en instrumentos como el Convenio Marco, un documento que fue firmado en 2021 por todas las administraciones públicas implicadas a nivel nacional, autonómico y local y que tiene entre sus objetivos establecer un marco de colaboración que coordina la ejecución de las infraestructuras singulares y las compatibiliza con las obras de urbanización. El Convenio se desarrolla, a su vez, gracias a un Plan de Coordinación entre las administraciones y empresas públicas y la iniciativa privada, para la ejecución de dichas infraestructuras singulares. 

Entre las obras que abarca el Plan de Coordinación se encuentra la completa renovación de la estación de Chamartín-Clara Campoamor por parte de Adif, con el objetivo de convertirla en el centro de la Alta Velocidad del país. Asociado a esta actuación se cubrirán más de 17 hectáreas de vías del tren, cerrando así la histórica brecha urbana que separa y aísla los barrios del norte de la ciudad. La actuación permitirá, además crear el Parque Central, un hito paisajístico y un nuevo espacio icónico para la ciudad. Adif también creará una nueva estación de Cercanías en Fuencarral, al sur de la ya existente, que será, a su vez, renovada.  

Asimismo, la Comunidad de Madrid, llevará a cabo importantes actuaciones que partirán de Chamartín, como la construcción de una nueva línea de Metro y un gran intercambiador de transporte público. Otra importante obra es la reubicación de 12 kilómetros de instalaciones del Canal de Isabel II, que permitirá renovar conducciones que abastecen el 80% del agua que se bebe en la ciudad. 

Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid acometerá la reubicación de las cocheras de la EMT en unas nuevas instalaciones al norte del barrio de Las Tablas para dar cabida a su flota de autobuses, y cubrirá el tramo final de la Castellana, creando una zona verde peatonal que unirá las dos orillas de esta significativa brecha urbana. El tráfico soterrado del final de la Castellana desembocará, de esta manera, en el Nudo Norte, que va a acometer la segunda fase de su remodelación, junto con la reestructuración de otro nudo de tráfico, el de Fuencarral. Estas actuaciones municipales se completarán con la construcción de un nuevo emisario y tanque de tormentas para dar servicio a los nuevos barrios. 

Además, las obras de urbanización de Madrid Nuevo Norte, costeadas por los propietarios de suelo, incluyen la construcción de cinco puentes, dos de ellos para cruzar la M-30 y tres sobre las vías del tren, así como un túnel y una pasarela peatonal. 

La planificación y ejecución de todas estas grandes infraestructuras representan una excelente muestra de cómo la coordinación entre las administraciones y la empresa privada puede posibilitar actuaciones que repercutirán positivamente en toda la ciudad y generarán beneficios significativos para los ciudadanos.